martes, 10 de diciembre de 2013

LOS MÚSCULOS FACIALES Y LAS ARRUGAS


Las arrugas verdaderas son pliegues cutáneos que aparecen como consecuencia de modificaciones biológicas que se elaboran en el interior de los tejidos. Nuestro tejido conjuntivo se esclerosa, endurece y pierde su elasticidad; se deshidrata, se deseca, lo mismo que ciertas frutas entre las cuales la manzana es el ejemplo más característico. Los pliegues y surcos, por el contrario, son provocados por contracciones de los músculos exagerados o anormales, sin que los tejidos estén afectados por desarreglos de orden biológico. Por eso podemos observar su presencia en sujetos muy jóvenes e incluso en niños.




- Arrugas verdaderas: Los tratamientos de belleza pueden y deben mejorarlas.

- Pliegues y surcos: los cuidados del profesional no darán ningún resultado, ya que toda modificación posible estará sometida a la reeducación de la mímica facial y al autocontrol de los gestos por el mismo sujeto. Por ejemplo, los pliegues de la frente o la arruga naso-labial sólo podrán ser corregidos por la jovencita, si ella misma se vigila para no arrugar la frente durante sus lecturas o su trabajo y no poner constantemente " morros ".

Es cierto que el movimiento excesivo de los músculos del rostro influye en la formación de las arrugas verdaderas pero de una manera secundaria. Las modificaciones biológicas constituyen como hemos dicho la causa principal e inmediata y pueden ser originadas por diversos motivos.

- Adelgazamientos rápidos: Dan lugar a una alteración del tejido conjuntivo y a la reducción del panículo adiposo que no mantiene suficientemente tersa la piel. Son numerosas las mujeres que se resisten a comenzar un tratamiento adelgazante por miedo a que su rostro quede flácido o marcado.

- Abusos de todo género: Alcohol, tabaco, "surmenage", intelectual, físico o sexual, falta de sueño, salidas nocturnas..., por las modificaciones nerviosas y hormonales a que dan lugar.

- Enfermedades: En general desarreglos nerviosos, agotamiento, preocupaciones, etc.

- La edad: Por su influencia en el funcionamiento celular. Muchas personas se sienten mejor consigo mismas cuanto más jóvenes parezcan. No obstante, el envejecimiento es un proceso imparable y a medida que pasan los años, afecta a la piel, lo que afecta a su aspecto y sus características.

La edad, las hormonas, la exposición al sol y el consumo de tabaco pueden producir arrugas y líneas finas y hacer que la piel se sienta más frágil y menos elástica

La Vitamina C o Ácido Ascórbico tiene un efecto antirradicales libres  sobradamente probado y restablece la permeabilidad celular. La vitamina F corrige la piel seca y acelera los procesos de renovación celular, los proteoglicanos forman parte de la estructura fundamental de la piel y su aporte facilita la regeneración de la misma.